La bolsa de papel necesita ser usada tres veces para que su ciclo de vida, desde la extracción de la materia prima a la fabricación o el transporte, haya perjudicado menos al planeta.
Qué complicado resulta reutilizar esa bolsa rígida acartonada y de fácil rotura que, a veces, nos dan en los almacenes o supermercados como alternativa eco-amigable, idea que nos creemos… pero nos obligamos solo porque es de color café, ósea es "natural".
Pero, es importante saber que la bolsa de papel no es una alternativa sostenible versus otros materiales. Esta no tiene una resistencia para sostener una cantidad de elementos en su interior a no ser que le integres químicamente una película de plástico, además tampoco es impermeable, por lo que generalmente, termina absorbiendo toda la humedad de los líquidos y grasas que pudiesen contener al interior. Y no solo con el papel pasa....Una bolsa de algodón, tiene que ser utilizada 131 veces para compensar la cantidad de agua que se utilizó para su elaboración, si bien es resistente, esta tampoco es impermeable por lo que si se mancha, estéticamente quedará ahí arropada en el olvido, por lo que por lo que esta tampoco cumple con la características para postularse como una ayuda con nuestro medio ambiente, ni por su elaboración ni por vida útil.
Para despejar las dudas entonces, es necesario que consideremos que el papel sin mayor tratamiento químico, debiese desintegrarse si este es dejado en la naturaleza, pero este cuando se integra a una pila de desechos en un resumidero, al no tener oxígeno, genera mayor cantidad de gas metano, aumentando el efecto invernadero en nuestro planeta tierra.
Es por ello, que CEROPLAS se desafió elaborando productos que sean 100% compostables, como nuestras bolsas compostables, cuidando que estos puedan degradarse y compostarse. Dando paso a ser abono para la tierra y cumpliendo con la resistencia e impermeabilidad que tu deseas.
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